No entres dócilmente en esa buena noche, Que al final del día debería la vejez arder y delirar; Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz. Aunque los sabios entienden al final que la oscuridad es lo correcto, Como a su verbo ningún rayo ha confiado vigor, No entran dócilmente en esa buena noche.